miércoles, 11 de noviembre de 2009

DE QUÉ DEPENDE Y NO EL PAPEL DEL MAESTRO


DE QUÉ DEPENDE Y NO DEPENDE EL PAPEL DEL MAESTRO

A lo largo de la historia el papel del docente ha estado regulado por las distintas modalidades educativas que han ido surgiendo y que se han implantado en contextos y épocas determinadas; así, el maestro se ha visto encasillado en un modelo pedagógico particular que asume una posición legal ante las autoridades, los estudiantes, la sociedad y la comunidad educativa en general. De acuerdo con lo anterior, se intentan analizar las diversas facetas pedagógicas que han asumido los docentes ya sea a causa de las políticas que propone determinada Institución Educativa o con base a sus propias concepciones de ver el mundo, para esto, será necesario citar la figura de algunos referentes de maestros desde distintos enfoques y desde la intertextualidad con herramientas como la literatura y el cine y experiencias propias.

Para empezar, es importante y además innegable la rememoración de la escuela tradicional y con ello la función del maestro en torno a la transmisión del conocimiento y la modelización disciplinaria de los “alumnos”, este modelo pedagógico, intenta entonces conservar un método de enseñanza basado en el conocimiento regulado, jerarquizado y riguroso de lo que debe aprender el alumno en función de lograr el objetivo de memorizar los conceptos básicos para su desempeño en la sociedad, que además deben apuntar al logro de una ineludible carga de obediencia y lo que para ellos significaría la meta crucial “ el buen comportamiento”; ejemplo de lo anterior, se puede visualizar en el film cinematográfico “los coritas”, aquí, el director tiene fines altamente disciplinarios por lo que acude a la esclavitud, la represión, el castigo y la inclusión del temor hacia los estudiantes; de esta manera, el papel de los maestros maestro se verá anegado a las exigencias del director, cumpliendo un rol de cumplidor de las exigencias de las políticas de la institución, sin embargo, mas adelante un maestro de música logra irrumpir con nuevas estrategias de humanización hasta llevar a cabo un proceso de cambio extraordinario.

En este orden de ideas, se expone la forma en que el maestro es obligado a llevar determinado modelo pedagógico en su labor como docente; Sin embargo, existen otras posibilidades que resultan ser aun mas desalentadoras y es cuando aquel posee la libertar de llevar a sus estudiantes al ritmo que desee y de la manera que considere más conveniente, esto por supuesto desde un contexto de la modernidad, en donde, si bien es cierto que el maestro se debe regir por la universalidad de conceptos propuestos por los estándares de la educación, también cuenta con una mayor “autonomía” o por lo menos la suficiente para planear su didáctica de tal manera que el proceso de enseñanza-aprendizaje sea mucho mas factible, y no cumple con las expectativas que se tendrían de un docente preocupado por su labor y ocupado en las cuestiones de reelaborar y mejorar su que hacer pedagógico, tal es el caso de los maestros Moya y Bustos; que se presenta en el cuento “la iniciación de Roberto Rubiano Vargas”, quienes, pertenecen a un contexto contemporáneo, conservando su libertad de cátedra y no valoran su momento de enseñar a los estudiantes y compartir con ellos experiencias enriquecedoras, porque se enfrascan en la rutina del aprendizaje memorístico y repetitivo, de tal manera que no se acercan si quiera a conocer un poco el mundo que se esconde detrás del sujeto que se halla plantado en el asiento de aquella silla, esperando recibir cualquier tipo de cosa menos un aprendizaje efectivo o una experiencia gratificante, por encima de su obligación diaria de cumplir con el horario establecido por la Institución a la que asiste.

En este sentido, se tiene a un docente que no valora su labor, que no es consiente de los efectos positivos o negativos que su práctica le puede traer a la humanidad, que seguramente se halla en su cargo de docente porque considera que sentarse en una silla toda una jornada es mucho mas fácil que caminar cien kilómetros haciendo cualquier tipo de medición, o soportando pesos mas fuertes como el de quedarse todo un día en su casa, cuando sabe que debe conseguir el sustento de su familia y que el dinero sea poco o mucho le ayudará a tener una vida mas digna.

Ahora bien, si la educación estuviese regida únicamente por normas tradicionalistas, o si todos los docentes fueran despreocupados por mejorar y enriquecer cada día su que hacer, seguramente la educación no tendría mayor sentido y con una finalidad estrictamente económica. No obstante y pese a todo lo que se ha expuesto desde la parte obscura de la enseñanza, se puede afirmar con completa convicción que existe esa otra cara de la moneda, esa parte llena de luz que acaricia al maestro independiente, aquel que lucha por sus ideales de hombre humanizador por encima de el de trasmisor y represor, aquel a quien le preocupa el bienestar de sus estudiantes tanto en lo intelectual y académico como en lo personal, aquel que va mas allá de la simple rutina de la jornada diaria, aquel que sobrepasa los limites del horario determinado para dictar su clase y se halla dispuesto a cualquier hora a atender las necesidades, los intereses y las motivaciones de sus estudiantes, aquel que no se encuentra en su cargo de docente porque fue lo que le impusieron sus padres o porque considera que es lo más fácil o en lo que menos hay cosas para hacer, aquel que se halla convencido que ser docente es la mayor contribución hacia la realización de una obra magistral.

Valga como ejemplo, el referente del maestro Gregorio del cuento de Manuel Rivas o también film “la lengua de las mariposas”, quien reviste en su exterior e interior la figura de un maestro integral, que se preocupa por poner en escena la teoría que enseña, quien se hace amigo de sus estudiantes y los considera parte importante de su vida, quien enseña a ver con otros ojos lo que hay mas allá de la realidad que se demuestra a simple vista, quien siembra la confianza y el respeto desde cualquier perspectiva incluyendo la política e ideológica.

Similar a este índice de maestro, se encuentra Keating, figura del maestro en “la sociedad de los poetas muertos”, quien a través de la poesía enseña la literatura desde una cosmovisión humanística, haciendo ver en sus estudiantes puntos de vista diferente, hasta convencerlos de ser capaces de pensar por ellos mismos y de luchar por encontrar su propia voz dejando de lado las convicciones “disciplinarias” de los demás, busca exaltar los ideales, recrea la fe por los sueños y las posibilidades que tienen de expresar sus emociones, visiones y sentimientos.

De esta manera, se puede ver como la figura del maestro no solo se halla mediatizada por las normas dela estructura de una Institución, pues como ya se dijo aunque se deben regir por conceptos universales, una vez entre al aula de clase, es suyo el espacio y es mucho lo que se puede hacer en interacción constante con los estudiantes, todo depende de la forma en que aquel maestro decida acercarse y convertir su clase en un espacio de éxtasis de sabiduría e humanidad.

Por consiguiente, es importante que el maestro vea su labor como una tarea que se halla en constante evolución, que no se canse jamás de lo que hace y de lo que debe hacer, que no le pase como al maestro que refleja el poeta chileno Nicanor parra en su poema “Autorretrato”

Soy profesor en un liceo obscuro, He perdido la voz haciendo clases”, se trata de que el maestro jamás pierda la voz para hablar a sus estudiantes, para enfrentar al mundo con su poder, que jamás sienta el peso de las cuarenta horas semanales, que disfrute de su que hacer como si en ves de trabajo fuese un aspecto vital, que no deje de soñar fundiendo el cobre
Y limando las caras del diamante,
que jamás tenga que decir que se ha conformado con la realidad que lo azota para quedarse como el personaje del poema al que se hace mención
detrás de el mesón inconfortable y embrutecido por el sonsonete de las quinientas horas semanales”.

Finalmente, es importante rescatar la labor del docente como un arte magistral que debe estar en continua evaluación; teniendo en cuenta la renovación cultural, científica, social, política y económica, que se da indudablemente cada día, así mismo, resulta de vital importancia no solo avanzar en cuestiones teóricas y metodológicas, pues más y mejor preparado se necesita al educador, que sea capas de sembrar en sus estudiantes un pensamiento critico, analítico, reflexivo y humano que sea consiente del cambio constante de la sociedad y que en esta misma perspectiva se halle su preparación diaria.

Elaborado por:

Julieth Marcela Hernández Pérez

1 comentario:

  1. La lectura del texto es realmente fructífera, ya que remite a una visión crítica, analítica y reflexiva del papel que ha jugado el docente en el espacio educativo y la sociedad en general; además de sugerir ahondar en el tema, desde recursos intertextuales que permite retomar aspectos subyacentes en el pasado, referentes a la relación maestro - alumno y la que se debería considerar en el presente. Ahora bien, encuentro preciso el hecho de ligar ejemplos inmersos en el cine y la literatura, que traen a colasión las diferentes facetas del maestro en torno a su dependencia con el sistema escolar; lo anterior cobra mayor fuerza al validar aportes teóricos pertinentes a la evolución del mismo y la de la escuela.

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